sábado, 14 de mayo de 2016

Conflicto de intereses

Tu querías bailar un tango, y yo solo me sabía un vals. Te prometí la luz de una pequeña estrella, pero tu buscabas el calor de un ardiente sol. Y aun así, sabiendo que nuestros corazones latían en compases distintos, decidí intentarlo. Y por un día la estrella brilló con una intensidad que creía olvidada. Y por una noche el vals tomó tintes de un tango. Pero la luz de una pequeña estrella no calienta lo suficiente, y un vals nunca será más que un vals. Ahora que te marchas en busca de aquello que anhelas, marchas con la luz de una estrella que lentamente se desvanece, y el recuerdo de un baile en un salón que por siempre habrá de permanecer en silencio. Pues, aunque no pude amarte del modo que me pedías, te amé de la única forma en que este roto corazón puede amar, y nadie jamás te amará tanto como esta pequeña estrella que, por una noche, bailó torpemente un tango.

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