jueves, 21 de mayo de 2015

Delirio

Tu rostro grabado a fuego en mi retina, el eco de tu voz en mi memoria. Quiero acurrucarme en tu pecho mientras me cantas una nana, y dormirme escuchando el poema oculto en tu corazón. Que tu aliento agite mi cabello como tenue brisa de mayo, mientras tus palabras, juguetonas, alborotan mis sentimientos. Me perderé entre tu brazos para esconderme del mañana, y bajo la luz de las estrellas, nos profesaremos secreto amor. Los pájaros, al amanecer, alertarán al sol de nuestro pecado. Con la bruma te desvaneces, cálido sueño de verano, y espero paciente hasta la noche en la que vuelvas a aparecer.

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